Al terminar el instituto, Benedict Wells (Múnich, 1984) decidió que, en lugar de ir a la universidad, quería cumplir su sueño de llegar a ser escritor. Se trasladó a Berlín y durante cuatro años trató en vano de que sus novelas vieran la luz mientras se ganaba la vida con trabajos de subsistencia. Estaba a punto de tirar la toalla cuando el encuentro con un agente literario lo llevó hasta la prestigiosa editorial en lengua alemana Diogenes, que no solo publicó las tres novelas que tenía escritas, sino que apostó por él como una de las nuevas voces más prometedoras de la literatura alemana. Benedict Wells se dedica a escribir a tiempo completo y vive a caballo entre Barcelona y Múnich.