A su vuelta a Gran Bretaña entrenó a la Guardia Nacional en técnicas de guerrilla urbana y fue editor durante un par de años de la revista Polemic. Calificado como subversivo por las autoridades a causa de su militancia comunista, fue objeto de una estricta vigilancia por parte de los servicios secretos, cuyos informes retratan al clásico hombre del partido de esos años, con constantes viajes por toda Europa para propagar la doctrina, y una vida personal truncada por su propia ideología.
Autor de una obra relativamente escasa que apenas comprende media docena de novelas y ensayos, El conspirador -que conoció una adaptación cinematográfica protagonizada por Elizabeth Taylor y Robert Taylor- es, junto con Los herejes (ambas publicadas por Galaxia Gutenberg), una de sus obras cumbre. Humphrey Slater falleció en España en 1958, en circunstancias desconocidas, cuando al parecer estaba escribiendo sus memorias.