Bernardo Fernández estudió diseño gráfico e ilustración. De la mano enguantada de “Batman” descubrió que su verdadera vocación era la de contar historias. La primera manera que encontró para hacerlo fue dibujando cómics. Después brincó a la palabra escrita. En 1997 ganó la Tercera Mención del concurso de cuento infantil de la FILIJ con Error de programación. Cuento de hadas para conejos es su tercer libro.