Marianne Curley nació en Windsor, Nueva Gales del Sur, Australia. Cuando su familia se trasladó a una pequeña granja a las afueras de Sidney, sin vecinos en las cercanías, Marianne descubrió rápidamente su amor por los libros y se convirtió en la bibliotecaria de la escuela a los nueve años. Tras crear una familia, Marianne se trasladó a Coffs Harbour, una ciudad de la costa norte de Nueva Gales del Sur. Fue allí, rodeada de playas, selvas tropicales y aire fresco y limpio, donde empezó a escribir. Tiene tres hijos adolescentes cuyas conversaciones y experiencias le sirven de inspiración para sus novela. También son sus críticos más fervientes.