Antón Pávlovich Chéjov nació en Taganrog, a orillas del mar de Azov, en el sur de Rusia, en 1860. Hijo de un modesto comerciante, antiguo siervo que había conseguido comprar su libertad, así como la de su mujer y sus hijos, hizo sus primeros estudios en su ciudad natal. En 1879 ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Moscú: «La familiaridad con las ciencias naturales y con los métodos científicos –escribiría– siempre me ha tenido en guardia, y siempre he intentado, cuando ha sido posible, ser coherente con los hechos de la ciencia, y, cuando no lo ha sido, he preferido no escribir». Desde el primer curso empezó a publicar «cuadros humorísticos» en revistas, con los que conseguía mantener a toda su familia (su padre, endeudado, su madre y sus hermanos habían tenido que trasladarse con él a Moscú), y pocos años después ya era un escritor profesional reconocido. 1888 fue un año clave en su carrera: publicó su novela corta La estepa (ALBA CLÁSICA núm. LIII, junto con En el barranco), escribió su primera obra teatral, Ivanov, y recibió el premio Pushkin. En 1890 viajó a la isla de Sajalín, «con la intención de escribir un libro sobre nuestra colonia penal», que aparecería al año siguiente con el título de La isla de Sajalín. En 1896 estrenó La gaviota, su primer gran éxito en la escena, al que siguieron El tío Vania (1899), Tres hermanas (1901) y El jardín de los cerezos (1904). Maestro del relato corto, algunas de sus obras más importantes se encuentran en ese género, en el que ha ejercido una influencia que aún hoy sigue vigente. Chéjov murió en Badenweiller en 1904.