Una tarde de domingo de 1978, un año después de regresar de su exilio en Londres, Joaquín Sabina se llegó hasta el Colegio de Ingenieros de Madrid, donde Joaquín Carbonell ofrecía un concierto, y al final de éste se acercó a saludarlo. Desde ese día se vieron con frecuencia, cantaron a Brassens un par de veces en La Mandrágora y alimentaron una amistad que va y viene con el tiempo. Joaquín Carbonell es, por encima de todo, cantautor. Fue, junto con José Antonio Labordeta, uno de los fundadores del movimiento conocido como Nueva Canción Aragonesa, y a partir de entonces nunca ha abandonado las actuaciones en directo ni ha dejado de grabar discos, doce hasta la fecha. Además, siempre mostró curiosidad por los medios de comunicación, lo que le llevó a colaborar en TVE-Aragón, en RNE y otras radios y en los rotativos "El Día" y "El Periódico de Aragón", donde ejerce de crítico de televisión desde 1990 y realiza una entrevista diaria. También ha publicado varias novelas, un par de poemarios y alguna biografía. Junto con José Miguel Iranzo ha realizado un documental sobre José Antonio Labordeta y otro sobre el jotero El Pastor de Andorra. Asimismo, ha escrito con Roberto Miranda cuatro libros sobre Aragón en clave de humor.